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Seis lecturas infantiles y juveniles para salvar el planeta

Seis obras sobre ecología, medioambiente y sostenibilidad de especial interés para el público más joven por su calidad y valor didáctico.

El futuro de nuestro mundo está en nuestras manos y, especialmente, en manos de los más jóvenes. El cambio climático, la destrucción de la biodiversidad, la desertificación progresiva o el consumo desmedido e irracional son variables de un mismo problema que se traduce en la irremediable destrucción de nuestro medio natural y, consecuentemente, de nuestro planeta tal cual lo conocemos.

Solo mediante un cambio profundo de paradigma en las relaciones que establece el ser humano con su entorno será posible frenar la actual escalada hacia un completo desastre medioambiental de impredecibles consecuencias. En este terreno y aunque la responsabilidad es colectiva, la concienciación de las generaciones jóvenes es prioritaria por lo que la escuela y la educación en general deben jugar un rol esencial en la extensión de los valores ecológicos que nos deberán permitir invertir la actual situación.

Aunque existen multitud de libros sobre el tema orientados hacia el público infantil y juvenil, me permito seleccionar y recomendar seis obras que considero de especial interés por su calidad y notable valor didáctico.

El jardín curioso

Autor: Peter Brown. Editorial: Takatuka Albumes (2010).

Edad: A partir de 3 años.

Liam vive en una gran ciudad. Un día, mientras da un paseo, descubre un jardín que está medio abandonado. Entonces decide cuidarlo plantando más árboles y regándolos hasta que, poco a poco, el jardín crece y se extiende por toda la ciudad. Con muchas ilustraciones, ayuda a comprender la importancia y el respeto a la naturaleza.

El viaje de Papelote

Autores: Javier Sáenz Pinillos (Autor) y Julen Rodríguez Ruiz (Ilustrador). Editorial: iajajai (2017).

Edad: A partir de 5 años.

Papelote es un árbol que vive en el Amazonas y que, un día, unos hombres se lo llevan para convertirlo en papel. Viaja lejos de su hogar y se instala en el escaparate de una tienda con su nueva forma. El protagonista habla en primera persona con el lector contándole sus miedos, esperanzas y sentimientos. Uno de los libros sobre el medioambiente que más se está utilizando en las aulas por la sencillez del lenguaje y la facilidad con la aborda el tema de la tala de árboles.

Cuentos por el clima

Autoras: Magela Ronda y Raquel Sánchez Pros. Editorial: Alfaguara (2020).

Edad: A partir de 6 años.

Cuentos por el clima nace para dar voz a todas esas personas que luchan, día a día, por hacer de nuestro mundo un lugar mejor en el que vivir. Un sitio bueno y agradable no solo para nosotros, sino también para las futuras generaciones, que serán quienes hereden el planeta.

Wangari y los árboles de la paz

Autora: Jeanette Winter. Editorial: Takatuka Albumes (2010).

Edad: A partir de 10 años.

Wangari vivía rodeada de árboles. Cuando crece, comienza una masiva deforestación y Wangari teme que pronto todo el bosque sea destruido. Decide sembrar nueve arbolitos e iniciar una acción ecologista en favor de la reforestación. Una historia real sobre la vida de Wangari Maathai nacida en una pequeña aldea de Kenia, que recibió el Premio Nobel de la Paz en 2004.

Cuentos para niños y niñas que quieren salvar el mundo

Autores: Carola Benedetto y Luciana Ciliento. Editorial: B de Block (2019).

El objetivo principal de este libro es despertar la conciencia ecológica y el compromiso con el medioambiente en niños y niñas de todas las edades. Para ello, se vale de la historia de 16 personas entre las que se encuentran Leonardo di Caprio, Emma Watson o la adolescente Greta Thunberg. Así, se presenta en forma de antología para conocer su compromiso activo con el medioambiente y con el cuidado del planeta desde sus diferentes perspectivas y ámbitos.

Todos somos Greta

Autora: Valentina Gianella. Editorial: Montena (2019).

La joven activista Greta Thunberg ha conseguido movilizar a jóvenes de todo el mundo para luchar contra el cambio climático. Este libro aprovecha su lucha y sus principales líneas de actuación para explicar qué es exactamente este fenómeno, cuáles son sus consecuencias y qué se puede hacer para solucionarlo. Lo hace a través de un lenguaje cercano y adaptado a los más pequeños y, además, acompaña las explicaciones con ilustraciones de gran calidad.

Y como siempre recuerdo en este tipo de post, este blog no recibe ningún tipo de recompensa por la recomendación de las obras señaladas más allá del mero placer (que no es poco) de ayudar a divulgar aquello que nos parece de interés.

¡Qué lo disfrutes!

De «¡Atiza!» a «¡Zambomba!», 20 palabras que merecen una segunda oportunidad

Palabras hermosas, con sabor añejo y a tardes de lectura, que merecen ser rescatadas del olvido y quizá, incluso, hasta una segunda oportunidad.

Las palabras definen a las personas y también, en gran medida, las épocas. Si has sido, como supongo, lector de literatura infantil, novelas de aventuras o cómics clásicos seguro te habrás tropezado a lo largo de los años con infinidad de expresiones curiosas que, incluso en su momento, parecían ya vetustas. Insultos, interjecciones y exclamaciones de todo tipo que, en su mayoría, nadie de tu entorno utilizaba pero que en boca de Guillermo Brown, Tintín o, el mismísimo Capitán Trueno, se diría que encajaban a la perfección. Si bien solo con el catálogo de improperios del Capitán Haddok recogidos en los álbumes de Tintín tendríamos para varias entradas, en esta ocasión he preferido centrarme en aquellas interjecciones que a lo largo de los años han colmado las páginas de nuestras lecturas.

En tiempos pretéritos y, muy acentuadamente, durante la dictadura franquista, los creadores tuvieron que apañárselas con ingenio y mayor o menor fortuna, para insuflar “vida” a sus personajes al tiempo que sortear la estricta y en muchas ocasiones estrambótica censura que veía “perniciosas” influencias para los “ciudadanos de bien” en las cuestiones más nimias e inesperadas.

Y si complicado lo tenían los escritores, algo parecido o peor ocurría con los traductores que tenían que buscar o “inventar”, como en el caso de la expresión “Troncho” en las aventuras de Guillermo Brown de Richmal Crompton (que por cierto era mujer y no hombre), todo tipo de eufemismos para sortear la férrea censura franquista. Por no hablar de los cambios sutiles y no tanto que se veían obligados a introducir en las tramas como ocurría, en el mismo caso, con los pastores protestantes que generaban especial mortificación a los censores de la época. Ya lo decía en una entrevista en El País de hace ya unos años el administrador de la editorial Molino, Luis Antonio del Molino, «En los años cuarenta tuvimos que parar la publicación [de los libros de Guillermo Brown] porque cada vez que salía un pastor protestante, se lo cargaba la censura y así no podíamos seguir». Y es que claro, pensar que el nacionalcatolicismo imperante en la época pudiera permitir que nuestras tiernas mentes se perturbaran con curas que se podían casar resultaba a todas luces excesivo.

Las definiciones de la mayoría de los veinte términos seleccionados están extraídas, cuando ha sido posible por contemplarse el uso señalado, del Diccionario de la lengua española de la RAE. No es el caso, por ejemplo, de «¡Troncho!» o «¡Sapristi!» vocablos que no tuvieron el honor de ser considerados por la Academia como suficientemente dignos.

Palabras hermosas con sabor añejo, a tardes de lectura, a infancia y aventuras que merecen ser rescatadas del olvido y quizá, incluso, hasta una segunda oportunidad.

Y concluyo con lo más importante, no dudes en realizar tus aportaciones a través de los comentarios puesto que seguro que entre todos/as podremos enriquecer notablemente esta lista.

¡Atiza!

1.- Interjección. Coloquial. Usada para indicar sorpresa.

2.- Interjección. Coloquial. Usada para reprobar por incoherente o desatinado algo.

Tintín y Milu siempre alerta.

¡Canastos!

Interjección. Usada para indicar sorpresa.

¡Caracoles!

Interjección. Caramba.

¡Caramba!

Interjección. Eufemismo. Usada para expresar extrañeza o enfado.

¡Carámbanos!

Aunque la RAE solo recoge las acepciones obvias, también ha sido usada frecuentemente para expresar sorpresa.

¡Carambolas!

Otro término para el que la RAE no recoge su uso como interjección. Usada para expresar sorpresa.

¡Caray!

Interjección. Eufemismo. Coloquial. Usada para expresar extrañeza o enfado.

¡Cáscaras!

Interjección. Coloquial. Denota sorpresa o admiración.

¡Cáspita!

Interjección. Usada para denotar extrañeza o admiración.

«¡Cáspitas! ¡Se ha tomado usted en serio su trabajo señor Sol!»

¡Chitón!

1.- Interjección. Coloquial. Usada para imponer silencio.

2.- Interjección. Coloquial. Usada a veces denotando ser necesario o conveniente guardar silencio para precaverse de un peligro.

¡Córcholis!

Interjección. Eufemismo. Caramba.

¡Diantre! ¡Diantres!

Interjección. Coloquial. Diablo. Diablos.

¡Eureka!

Interjección. Usada cuando se halla o descubre algo que se busca con afán.

¡Hurra!

Interjección. Usada para expresar alegría y satisfacción o excitar el entusiasmo.

¡Pardiez!

Interjección. Coloquial. Par Dios. Por Dios.

Durante varios siglos fue un término ampliamente utilizado como eufemismo por aquellos que querían realizar un juramento o exclamar algo en nombre de Dios sin necesidad de «blasfemar». Podemos encontrar el término «pardiez» en textos del Siglo de Oro español por autores como Cervantes, Lope de Vega o Quevedo pero también en numerosos libros y cómics de época moderna, tanto con su uso habitual como en contextos irónicos como en el caso de Mafalda.

Mafalda no necesita presentación…

¡Repámpanos!

Interjección. Indica sorpresa, enfado o disgusto.

(Gran Diccionario Larousse de la Lengua Española).

¡Troncho!

Guillermo Brown y su inseparable Jumble,

“¡Troncho, mi perro es mi perro”!

Guillermo Brown.

Expresión original de las novelas juveniles de Guillermo Brown de Richmal Crompton. Traduce, esencialmente, el término “crumbs!” aunque también se utiliza para otras expresiones. Indica, según los contextos, sorpresa, admiración, rechazo no muy tajante… Un coloquialismo más o menos consentido por los mayores aunque nuestro peculiar héroe procura no utilizarlo en presencia de personas adultas. Su origen se debe a López Hipkiss, primer traductor de los libros de la zaga que consiguió que el término siguiera siendo utilizado en traducciones posteriores hasta convertirlo indefectiblemente en seña de identidad de Guillermo y su pandilla de proscritos. (Estudios de Filología Inglesa. Homenaje a Jack White).

¡Recórcholis!

Interjección. Eufemismo. Córcholis.

¡Sapristi!

Exclamación del francés, proveniente de “Sacristi” (Sacré, Sacré Christ) deformado. Un eufemismo a mitad  de camino entre el juramento y la interjección remilgada, que en nuestra infancia acostumbraban a pronunciar bastante los personajes de tebeo. Utilizada con asiduidad en “Mortadelo y Filemón”, “Anacleto, agente secreto”, “Capitán Trueno” o “Tintín” entre otros muchos.

Anacleto, agente secreto.

¡Zambomba!

Interjección. Coloquial. Usada para manifestar sorpresa.

Espero disfrutes recordando estos vocablos y, sobre todo, ¡recórcholis!, no olvides realizar tus propias aportaciones a través de tus comentarios.

* Imagen destacada cortesía de Astiberri Ediciones.

Lecturas para una sociedad más ecológica y sostenible

Las obras recomendadas se caracterizan por su estilo ameno y accesible aunque no por ello falto de rigor o profundidad.

La ineludible necesidad de proteger el medioambiente y avanzar hacia el desarrollo de una sociedad fundamentada en parámetros de sostenibilidad es un objetivo escasamente cuestionado en la actualidad. Pocas son las voces que se atreven a poner en tela de juicio esta realidad palmaria y, cuando lo hacen, es esencialmente condicionados por intereses de carácter meramente económicos que poco o nada tienen que ver con el interés general de la población y nuestro entorno.

Aunque debe ser un objetivo común para toda la sociedad, sin duda el ámbito educativo juega un papel esencial en la extensión de los valores ecológicos que nos deberán permitir a corto plazo invertir el «descenso al infierno medioambiental» al que nos conduce inexorablemente la irresponsable actividad humana, especialmente a partir de la Era Industrial.

Existen infinidad de libros que abordan, con mayor o menor acierto y desde muy diferentes puntos de vista, el cambio climático, la sostenibilidad y, en general, el tema medioambiental. Entre ellos reseño brevemente cuatro obras que me parecen de notable interés por su carácter divulgativo y por considerar, además, que pueden ser de notable utilidad en el medio educativo.

Zero waste para salvar el mundo

Autora: Allly Vispo. Editorial: Vergara (2019)

Esta guía ilustrada ofrece una serie de consejos prácticos y claves para comenzar a vivir una vida sostenible. Lo hace a través del movimiento ‘Zero Waste’ o ‘cero residuos’ de consumo humano. Se trata de una filosofía de vida que busca reducir al máximo la cantidad de basura y residuos que genera el ser humano. Así, por ejemplo, propone cambiar los envases de plástico por otros reutilizables de cristal o sustituir los cosméticos líquidos por los sólidos. Está escrito por Ally Vispo, escritora, divulgadora y una de las mayores referentes de este movimiento en España.

Cambio climático

Varios autores. Editorial: Litera

Durante miles de años, el ser humano ha utilizado los recursos naturales para sobrevivir pero, desde la Revolución Industrial, algunos se han empezado a usar masivamente. Esto está en el origen del cambio climático pero, ¿Qué es exactamente? ¿Cómo se ha producido? ¿Cómo afecta a los bosques y los animales? ¿Y a las personas? Esta obra explica de forma detallada estos temas básicos  relacionados con el calentamiento global e, incluso, expone algunos consejos para intentar combatirlo.

El libro de la ecología 

Varios autores. Editorial: Akal (2019)

A lo largo de la historia el ser humano ha intentado ordenar el mundo vivo que le rodea y comprender cómo funciona. La evolución del ecosistema hace que sea  más urgente responder a ciertas cuestiones como el por qué existe el agujero de ozono en la atmósfera o por qué es necesaria una mayor diversidad biológica. A través de vistosas infografías y explicaciones claras y sencillas, este libro intenta aportar luz y desenmarañar las claves que están detrás de diversas teorías científicas relacionadas con ellas.

Podemos salvar el mundo antes de cenar

Autor: Jonathan Safran. Editorial: Seix Barral (2019)

La mayoría de los libros que abordan la crisis medioambiental son densos, académicos y están repletos de estadísticas difíciles de interpretar. Este no es el caso. Se trata de una obra accesible que ofrece ideas y propuestas claras a los lectores que pueden poner en práctica inmediatamente incidiendo en la idea de que el principal porcentaje de las emisiones globales de CO2 proviene de las granjas industriales.

Las cuatro obras reseñadas se caracterizan por su estilo ameno y accesible aunque no por ello falto de rigor y profundidad por lo que las considero ideales para abordar el tema desde cualquier ámbito pero, muy especialmente, desde el educativo.

Y como siempre recuerdo en este tipo de post, este blog no recibe ningún tipo de recompensa por la recomendación de las obras señaladas más allá del mero placer (que no es poco) de ayudar a divulgar aquello que nos parece de interés.

¡Espero las disfrutes!

¡Cáspita! ¡Los Cinco de Enid Blyton han crecido y están de regreso!

Julián, Dick, Ana, Jorge y su inseparable Tim han crecido y se enfrentan a nuevas aventuras y retos como… ¡Convertir a la abuela en youtuber!

Y han vuelto de la mano de la Editorial Quercus, bajo la autoría de Bruno Vincent y con el beneplácito de los administradores del legado de Enid Blyton. En las nuevas aventuras de Los Cinco nos reencontramos nuevamente con Julián, Dick, Ana, Jorge/Jorgina y su, por lo que vemos, incorruptible Tim/Timoteo rondando ya la treintena y transportados al presente donde tendrán que afrontar, con renovado ánimo y convicción, nuevas y sugerentes aventuras tales como “Los Cinco renuncian a la bebida”, “Los Cinco dejan de comer gluten”,  “Los Cinco en la isla del Brexit” o “Los Cinco preparan su cuerpo para la playa” entre otros épicos títulos que poco a poco van engrosando las nuevas correrías de nuestra querida pandilla de lecturas infantiles.

¡Carambolas! ¡Los Cinco nuevamente!

No fue para menos mi reacción cuando, casualmente, tropecé con este inesperado hallazgo mientras husmeaba en la sección de literatura extranjera de una conocida librería madrileña, como siempre hago cuando visito la capital. De hecho, tal fue mi impresión que compré de golpe los tres títulos disponibles en aquellos momentos al margen que, en estos tiempos en que mayormente he sustituido el libro en papel por el libro electrónico, sean casi las únicas obras editadas a la “vieja usanza” que sigo adquiriendo rigurosamente más que sea por el mero placer de verlos ordenados en mi estantería. Y es que, sin entrar en otras consideraciones, la serie cuenta con una atractiva encuadernación en tapa dura con ilustraciones de portada al estilo “clásico” pero con temática actualizada. Además, los libros recuperan y “encajan” oportunamente en sus páginas las ilustraciones originales de Jeanne Hives aunque, obviamente, en contextos en ocasiones chocantes.

¡Hurra! ¡Los Cinco trabajan en equipo!

Para hacernos una idea del tono de estas amables parodias baste señalar el argumento central de los títulos citados. Así por ejemplo en “Los Cinco abandonan  la bebida” (“Five give up the booze”), nuestros héroes y heroínas infantiles se conjuran, bajo los efectos de una resaca monumental, para mantenerse sobrios durante todo un mes. Y es que en esta reelaboración del mito de Enid Blyton, los protagonistas beben, de forma más que habitual, algo más que cerveza de jengibre (traducido al español, por mor de la censura de la época, como “refresco de jengibre”). En “Los Cinco dejan de comer gluten”  (“Five go gluten free”) la pandilla se ve forzada a renunciar a sus pantagruélicos y perniciosos “ágapes” y “piscolabis”, sustituyendo el pastel de riñones (traducido -ininteligiblemente- como “pastel de piñones”) y las galletas de jengibre por una dieta saludable después de sufrir una serie de molestos y dolorosos trastornos gástricos. Por su parte en “Los Cinco en la isla del Brexit” (“Five on Brexit island”) la siempre temperamental Jorge, firme europeísta, decide iniciar el proceso para declarar la independencia de la isla Kirrin en contraposición a la insistencia del petulante Julián por poner fin a la “tiranía de Bruselas”. A todo esto, Ana –muy en su papel- prefiere mantenerse en la equidistancia para contribuir a la buena armonía del grupo mientras que Dick, por decirlo brevemente, “pasa de todo”. Por su parte el perro Tim mantiene la neutralidad aunque quizás por su incapacidad para “entender la variedad de salchichas que existen en la Europa continental”. Finalmente, en “Los Cinco se preparan para la playa” (“Five get beach body ready”) la cuadrilla se esfuerza, siempre en equipo, por supuesto, por poner sus cuerpos a punto para las vacaciones de verano.

La serie, iniciada en 2016, cuenta ya con más títulos tales como “Los Cinco van a ser padres” (“Five Go Parenting’), “Los Cinco olvidan el Día de la Madre (“Five Forget Mother’s Day”) o los “Cinco enseñan Internet a la abuela” (Five get Gran Online), donde la abuela Barnard se convierte en una “youtuber” de éxito. La próxima publicación, “Los Cinco van a ninguna parte” (“Five go absolutely nowhere”) está prevista para junio de 2020.

¡Caray! ¡Qué recuerdos!

Para alguien cuyo tránsito de los cómics infantiles a los libros se produjo de la mano de “Los Cinco en peligro”, cuya lectura con 9 o 10 años tuvo en mi un impacto positivamente demoledor que me llevó a dedicar varios años, hucha rota tras hucha rota, a adquirir paulatinamente los 21 títulos de la serie publicados en España por la Editorial Juventud, el hallazgo de esta inesperada reinterpretación de mis ídolos infantiles ha supuesto todo un descubrimiento que me ha hecho reír y disfrutar nuevamente como un niño.

Especialmente desternillante me resultó la inesperada aparición en los libros de Bruno Vincent de “Los Siete Secretos”, convertidos ahora en odiosos competidores de nuestros protagonistas en las más diversas y disparatadas circunstancias. Pudiera equivocarme pero, tirando de memoria, no recuerdo que en las aventuras de Los Cinco se citaran a “Los Siete Secretos” que, por otro lado, nunca calaron ni de lejos tan hondo en mi imaginario infantil.

¡Chitón! ¡Dicen que Enid Blyton no era ninguna santa!

Y entramos, brevemente porque considero que puede ser materia, delicada, pero materia al fin y al cabo, para un post específico sobre el tema, en la consideración literaria e ideológica de Enid Blyton. Tampoco descubro nada nuevo si indico que la obra de la escritora anglosajona más querida por los propios británicos, por encima de la propia JK Rowling, según un sondeo de opinión encargado en 2008 por los prestigiosos premios “Costa Book Award”, ha sido considerada reiteradamente como esquemática, simplista, repetitiva y, en definitiva, falta de calidad literaria, trufada, además, de valores profundamente clasistas, sexistas y racistas, por no hablar de las acusaciones, entre otras, de adicción al alcohol de la buena de Blyton o, incluso, de sus coqueteos con el nazismo.

Lo anterior, como es lógico, no solo ha empañado notablemente el postrero prestigio de Enid Blyton sino que, incluso, la ha relegado a un lugar secundario, por ejemplo, en la BBC donde durante más de 30 años no tuvo ni una aparición. Para sintetizar la espesura del asunto, baste recordar que en 2018 la Real Casa de la Moneda Británica canceló la puesta en circulación de una moneda de 50 peniques conmemorativa del 50º aniversario del fallecimiento de la escritora (1897-1968) por, en parte al menos, las razones expuestas.

En 2015 la Editorial Juventud volvió a reeditar con significativo éxito los libros de Los Cinco en una versión renovada y, por tanto, desbrozada de expresiones y sesgos no aceptables en los tiempos actuales y como pareciera que la polémica siempre acompañe a la difunta autora, tampoco esto gustó en determinados círculos literarios que calificaron, sintetizando, como una “impertinencia” el modificar el trabajo de un autor/a sin su permiso añadiendo, además, que “toda obra debe ser leída en el contexto de la época”.

Lo que está claro y aquí lo dejamos puesto que tiempo tendremos de ahondar en la cuestión, es que Enid Blyton, nacida en el S. XIX y fallecida bastantes años antes de que yo mismo descubriera sus libros (el primero de la serie, “Los Cinco y el tesoro de la isla”, data de 1942), es producto de su tiempo –como cualquier autor/a- lo que hace muy complejo interpretar su obra con parámetros actuales.

¡Caramba! ¿Para cuándo en español?

Aunque de momento la serie solo se ha publicado en inglés, no sería de extrañar que dado el formidable éxito que cosecharon las aventuras de Los Cinco en España, especialmente durante los 70 y 80, en breve y esperemos que así sea, podamos encontrar su publicación en español más que sea a través de alguno de los pasadizos o caminos secretos que tanto abundaban como ideal solución en las muchas aventuras en las que Julián, Dick, Ana, Jorge y Tim se vieron inmersos.